Stories—Melinda

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Capitulo 1

SUFICIENTEMENTE GRANDE

“Que se me hace que este es mi año de la buena suerte,” susurro el elegante y alto árbol de pino así mismo.

“¿Porque será Melinda?” Pregunto el inmenso árbol de roble.

“Oh, Helen,” dijo Melinda, “Estaba deseando que este sea mi año para estar en el Baile del Gobernador.”

“Eso sería magnífico,” suspiró el roble pues ella era la mejor amiga de Melinda.

“¡Helen, eso sería la cosa más emocionante que me pudiera pasar! Solo imagínate, me vestiría con ornamentos elegantes con copos de nieves entrelazados en mis ramas. Estaría en el centro del gran cuarto de baile encima de un pedestal con un montón de carísimos regalos alrededor mio. Los invitados vestidos elegantemente adorando, admirando y diciendo lindas y deliciosas cosas de mí.”

“Te extrañaremos.” Murmuro Helen tristemente. “Nuestro pequeño bosque no será tan especial sin ti.”

“Bueno, no me han dado un pase de paseo en trineo aún. Pueda que no vaya a estar de fiesta este año también, si Eddie no piensa que ya estoy espléndida.” Dijo Melinda haciendo pucheros. “ Los últimos tres años durante el tiempo de árboles de Navidad, ese hombre ha estado alrededor de mi tantas veces hasta marearme. Examinando cada una de mis ramas. El año pasado yo sabía que estaba lista, ¿pero sabes que hizo él? Se rascaba la barbilla y se tocaba su sombrero. Ya casi cuando estaba lista para explotar, finalmente se daba cuenta que, ‘Ah, creo que este año no; necesitas crecer solo un poquito más.’ Ya casi gritaba, “ ‘Pero ahora ya estoy suficientemente grande y suficientemente bonita.’ ” Melinda estalló, y sacudió sus ramas enfurecidamente. “Sus últimas palabras son las mismas cada año, ‘quiero que estés perfecta para el Baile del Gobernador, el árbol más fino de todos los tiempos en la capital del estado.’ Así que ¿Por qué soy yo la única que debe de estar perfecta en todo el mundo?

Esas maravillosas palabras de adoración le hacian estremecer hasta la puntita de sus conos de pino. Su corteza ya casi rechinaba de orgullo. Todos en el Rancho sabían que Melinda era el árbol más hermoso de todos. ¡Pero un árbol hermosísimo! Sombras de colores azules, verdes y plateadas cambiaban en el amanecer, atardecer y anochecer de cada día, ¡era un arco iris con colores de bosque! Sus graciosas ramas halagaban al viento para que cantara. El viento siempre cantaba una canción con Melinda; los niños le pusieron Melodía por sobre-nombre porque el viento zumbava por medio de sus ramas.


Capitulo 2

LA CANCIÓN

En la esquina del norte del bosque de pinos, un pino vivaz, y simpático cantaba, “Esta temporada estoy lo suficientemente grande y lo suficientemente hermosa.” Y a través de la cumbre de los pinos florecían notas de canto, “Yo estoy suficientemente grande y lo suficientemente hermosa.” Un buqué de voces se unía hasta que el coro resonaba contra las laderas. “¡Estoy lo suficientemente grande y lo suficientemente hermosa!” Melinda sonreía y se inclinaba de arriba a bajo mientras su voz clara se elevaba por medio de los pinos cantando los versos. Todos se sentían felices de ser parte de un bosque tan especial.

SUFICIENTEMENTE GRADE, SUFICIENTEMENTE HERMOSA

¡YA JUU JI JIP PIIII!
AQUÍ ESTOY, MIRAME A MI.

ESTOY LO SUFICIENTEMENTE GRADE A JA A JA.
ESTOY LO SUFICIETEMENTE HERMOSA TA RA LA LA.

EN TU CORAZÓN YO QUIERO ESTAR.
CON TUS BRAZOS ARRULLANDOME MÁS.

AMARME, AMARME DEBERÍAS.
YO TE LLENARÉ DE ALEGRÍA.

HARÉ QUE BRILLEN TUS OJOS.
LAS NAVIDADES SON TIEMPOS GLORIOSOS.

ESCUCHA MI CORAZÓN CANTAR, LA LA LA!
SOY UN HERMOSO ÁRBOL DE NAVIDAD.

¡Que gran emoción! Cada pino resplandecía su color verdoso con expectativas de la temporada venidera de los días festivos. Sus ramas se mecían delicadamente capturando la brisa como que si estaban tratando de volar a un hogar de alegría en donde podían pasar los días festivos. Algunos pinos se quedarían desilusionados por supuesto, pues esto pasaba cada año. Habían aquellos que pensaban que eran lo suficientemente altos pero no lo eran, otros tenían ramas que no estaban lo suficientemente llenas para esta temporada. Estos pinos iban a tener que esperar impacientemente hasta la siguiente Navidad para ser parte del día festivo.

¿Qué podría ser más emocionante que ser un árbol de Navidad? Cada año mientras los pinos jóvenes crecían haciéndose del tamaño de árboles de Navidad, escuchaban las historias graciosas acerca de la Navidad que contaban los niños felices quienes se reían mientras se deslizaban por medio de los árboles. Usualmente los hombres que venían a recoger y a dejar los árboles, bromeaban de los juguetes que les darían a sus hijos y de los invitados que les visitarían en los días festivos.

De vez en cuando los hombres contaban historias de cómo la familia decoraba los árboles. Así todos los pinos escuchaban cada palabra. ¡Solo piensan el tener luces de Navidad que se enciendan y se apaguen o que parpadeen y de los meticulosos y deslumbrantes adornos de plata, las cadenas de dulces, los duendecillos de peluche, los ángeles, las estrellas, los ornamentos y los regalos! Sabían que el árbol de Navidad era el centro de atención en los días festivos.

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